Testamento militar

Testamento militar es el otorgado en tiempo de guerra por aquellas personas involucradas en la misma (testamento ordinario) o en peligro de muerte por su participación en una acción bélica (testamento extraordinario). El testamento militar se encuentra dentro del grupo de los llamado testamentos especiales.​
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Testamento militar ordinario​

​Si el testamento ordinario es abierto se otorga ante un Oficial con categoría mínima de Capitán y si el testador estuviere enfermo o herido, se otorga ante el Capellán o el Facultativo que le asista.​Es necesaria la presencia de dos testigos idóneos.​ Se regirá por las normas generales sobre testamentos abiertos. ​
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Si el testamento ordinario es cerrado se otorgará ante un comisario de guerra, que ejercerá como Notario. En él no se requieren testigos y el testamento no caduca.​ Este, se regirá por las normas generales sobre testamentos cerrados. ​
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Testamento militar extraordinario​

​Si el testamento es abierto, podrá otorgarse de palabra ante dos testigos, y si es cerrado, se otorgará ante el capitán y dos testigos, que firmarán el acta de otorgamiento. Este, se regirá por las normas generales sobre testamentos cerrados.

Estos testamento quedan sin efecto si el testador sobrevive a la acción bélica; si muere han de formalizase por el capitán y los testigos ante la autoridad militar, como paso previo a su protocolización.​Los testamentos caducan a los 4 meses de terminar la campaña
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Hay que tener en cuenta que todos los testamentos necesitan de su elevación a escritura y protocolización, la cual se tramitará por la autoridad militar ante el Juez competente.

Es decir, durante una batalla, asalto o combate y generalmente en todo peligro próximo de acción de guerra, podrá otorgarse testamento militar de palabra ante dos testigos. Aún así, este testamento quedará ineficaz si el testador se salva del peligro o si el testamento no se formaliza por los testigos ante el Auditor de guerra o funcionario de justicia que siga al ejército y se proceda con el resto de formalidades relativas al envío al Juez competente y protocolización del testamento.
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En cuanto a la caducidad, los otorgados en campaña, caducarán cuatro meses después que el testador haya dejado de estar en campaña.